sábado, 20 de agosto de 2011

Paraíso Terrenal

Miro hacia atrás fugazmente, sólo puedo divisar el rastro de polvo que despide mi bicicleta en un camino de tierra atravesado muchas veces por mucha gente pero en el que yo soy primeriza. Comienzo a sentir el fuerte calor de agosto sobre mi cabeza. Los dorados rayos de Sol me deslumbran, entrecierro mis ojos pero sigo hacia delante. Nada puede frenar el ritmo de mis piernas. Percibo cómo mis rizos se apartan de mi cara a causa de la velocidad que alcanzo y disfruto de esa sensación. A mi derecha, se abre un pequeño claro donde únicamente crece la hierba. Unos pocos árboles le proporcionan una sombra más que apetecible. Sin pensar, salto de la bici y la suelto como si se desvaneciese en el polvo. Rápida, me tumbo en la hierba, mirando cómo el sol me hace graciosos guiños a través de las hojas de los árboles. Intento abandonarme a la oscuridad artificial que pueden proporcionarme mis párpados.
Recuerdos que se materializan dentro de mí. Un lugar lejano, pero a su vez, cerca de todo comparado con la inmensidad del mundo. Y comenzar a descubrir que quizás, ese sitio, también es para mí. Que un estado de sencillez, quizás de incomodidez, sea maravilloso gracias a...¿a qué? Una chica comienza a gritar: "bienvenidos al Paraíso" mientras que yo miro todo con una mirada más que crítica. Esa chica, tenía razón, yo lo descubriría, en parte, gracias a ella. Minutos más tarde, un chico me coje por los hombros: "¿cómo estás?"...la respuesta no es nada convincente, pero muy sincera: "no lo sé..." con una medio sonrisa, sus palabras me reconfortan: "tú tranquila, verás como esto es maravilloso". Ese chico tenía razón, yo lo descubriría, en parte, gracias a él. Ver como se suceden los días, de manera sencilla, cómo aquellos problemas que te acuchillaban una y otra vez días antes, se hacen simples, pequeños, invisibles, tán fáciles de llevar que incluso se hace con gusto. Pero...¿cuál es la "chispa"? ¿Qué es lo que hace de ese lugar Maravilloso, un Paraíso? Quizás todo encaje como en un puzzle perfecto en el que ni siquiera se notan las fisuras de entre las piezas. Diferentes personas, diferentes historias, diferentes edades, diferentes nacionalidades, diferentes puntos de vista, pero un mismo objetivo: Dios. Él es quien hace todo perfecto, y para ello, se sirve de las sonrisas, de los guiños, de los abrazos, de las risas, de los cumplidos, de los favores, del amor. De Su Amor. Sí, Taizé es maravilloso gracias a Dios. La vida es maravillosa gracias a Dios. Ésa es la verdadera respuesta. La única respuesta.
Vuelvo a abrir los ojos y; renovada completamente, con grandes fuerzas, doy un salto, agarro la bicicleta y me vuelvo a poner en marcha, esta vez, sin mirar el polvo que despide. ¿Qué me deparará más adelante? Me muero de ganas por descubrirlo, seguro que es maravilloso, no me cabe ninguna duda, tengo fuerzas para afrontarlo y mucha compañía. También he decidido otra cosa...volveré a pasar por este paraje.